Comparto
algunas cuestiones que trabajo
con los pacientes que hayan tenido un ACV en el consultorio, (quiza
les sirva)
-La importancia de trabajar sobre la
“aceptación” de esta nueva realidad. Esto lleva un proceso
interno que es singular a cada ser humano.
-El intentar amigarse con la
enfermedad, justamente para poder pelear con ella y no contra ella.
Lograr no temerle, es un paso muy importante.
- Aprender que mas alla de todas las
“nuevas” limitaciones que nos aparezcan, contamos también con
“nuevas”capacidades para hacer frente a ello.
- Conocer nuestros recursos internos
para poder sobrellevar dicha situación.
-Ser resilientes, poder a pesar de la
adversidad, encontrar un nuevo sentido a nuestra existencia.
- La importancia de no enojarnos con
nuestro entorno, aquellos que mas nos ayudan y están a nuestro lado.
Algo que sucede en casi todos los casos. Tener en cuenta que las
enfermedades de este tipo, quiebran la dinámica familiar y
desajustan muchas piezas. Pero que el tiempo y el deseo de salir
adelante, puede ayudarnos a atravesarlo de mejor manera.
-Tener en cuenta al “cuidador”,
(por lo general es la misma familia) que este también es un ser
humano que esta atravesado por esta situación, y que también
necesita ser escuchado y contenido.
-Buscar redes sociales y de contención,
se observa en la mayoría de los casos, que solo queda el núcleo mas
intimo al lado del paciente, porque los demás “desaparecen”, y
ya no tiene sentido entender el por que de esa ausencia, sino ir en
búsqueda de nuevas personas para que nos acompañen en ese momento.
-La importancia de aprender a vivir un
día a la vez, muchos son los que pasan por esta situación, y luego
de ella, dicen que en su pasado no tenían tiempo para ellos, no
había lugar para el descanso, ni noción de lo elemental que es
tener a diario, cosas que nos den placer, por mas pequeñas que sean
estas. Este aprendizaje nuevo se va impregnado en nuestro ser.
-Nuestro cuerpo nos da señales cuando
no estamos bien, oírlas y hacerse cargo de ellas, es una tarea
individual, de cada persona en el día a día. Es posible evitar
algunas enfermedades, si escuchamos a nuestro cuerpo en el momento
preciso y hacemos algo con eso que nos intenta decir.
-Ponerse objetivos a corto, mediano y
largo plazo, es una tarea que debería de ser cotidiana para todos
aquellos que transitan por esta enfermedad, llevar dentro de lo
posible un cuaderno de anotaciones, con los objetivos que cada
persona se pone para si, e ir registrando cada logro, por mas mínimo
que parezca.
-Saber que la persona que pasa por una
situación de este tipo, luego de ella, no vuelve a ser la misma
persona, muchas cosas cambian, desde el carácter, los modos de
dirigirse con los otros, se registran nuevas emociones, nuevas
limitaciones y también nuevas capacidades. Ir descubriendolas es
parte del camino. Y tener presente que esta nueva realidad no es ni
mejor ni peor que la anterior, es “distinta” y que hace falta
mucho coraje y paciencia para transitarla y salir adelante con ella.
- No esperar que los demás comprendan
lo que les sucedió, muchas veces los de “a fuera”, no logran
tener la magnitud de lo que han pasado, pero si pueden acompañarlos
de una manera sincera y afectuosa.-
Valeria
Bronstain
Consultora Psicológica
"Atención Individual"
Adultos, Adolescentes, Pareja y Familia
Procesos terapéuticos
Focalizados en el Aquí y Ahora
Desde una mirada Humanística
Especialista en Discapacidad y ACV
15-67174759
valeria8126@gmail.com
www.valeriabronstain.com.ar
Consultora Psicológica
"Atención Individual"
Adultos, Adolescentes, Pareja y Familia
Procesos terapéuticos
Focalizados en el Aquí y Ahora
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Especialista en Discapacidad y ACV
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