martes, 23 de septiembre de 2014

Algunas cuestiones que trabajo con los pacientes que hayan tenido un ACV


Comparto
algunas cuestiones que trabajo con los pacientes que hayan tenido un ACV en el consultorio, (quiza les sirva)

-La importancia de trabajar sobre la “aceptación” de esta nueva realidad. Esto lleva un proceso interno que es singular a cada ser humano.

-El intentar amigarse con la enfermedad, justamente para poder pelear con ella y no contra ella. Lograr no temerle, es un paso muy importante.

- Aprender que mas alla de todas las “nuevas” limitaciones que nos aparezcan, contamos también con “nuevas”capacidades para hacer frente a ello.

- Conocer nuestros recursos internos para poder sobrellevar dicha situación.

-Ser resilientes, poder a pesar de la adversidad, encontrar un nuevo sentido a nuestra existencia.

- La importancia de no enojarnos con nuestro entorno, aquellos que mas nos ayudan y están a nuestro lado. Algo que sucede en casi todos los casos. Tener en cuenta que las enfermedades de este tipo, quiebran la dinámica familiar y desajustan muchas piezas. Pero que el tiempo y el deseo de salir adelante, puede ayudarnos a atravesarlo de mejor manera.

-Tener en cuenta al “cuidador”, (por lo general es la misma familia) que este también es un ser humano que esta atravesado por esta situación, y que también necesita ser escuchado y contenido.

-Buscar redes sociales y de contención, se observa en la mayoría de los casos, que solo queda el núcleo mas intimo al lado del paciente, porque los demás “desaparecen”, y ya no tiene sentido entender el por que de esa ausencia, sino ir en búsqueda de nuevas personas para que nos acompañen en ese momento.


-La importancia de aprender a vivir un día a la vez, muchos son los que pasan por esta situación, y luego de ella, dicen que en su pasado no tenían tiempo para ellos, no había lugar para el descanso, ni noción de lo elemental que es tener a diario, cosas que nos den placer, por mas pequeñas que sean estas. Este aprendizaje nuevo se va impregnado en nuestro ser.

-Nuestro cuerpo nos da señales cuando no estamos bien, oírlas y hacerse cargo de ellas, es una tarea individual, de cada persona en el día a día. Es posible evitar algunas enfermedades, si escuchamos a nuestro cuerpo en el momento preciso y hacemos algo con eso que nos intenta decir.


-Ponerse objetivos a corto, mediano y largo plazo, es una tarea que debería de ser cotidiana para todos aquellos que transitan por esta enfermedad, llevar dentro de lo posible un cuaderno de anotaciones, con los objetivos que cada persona se pone para si, e ir registrando cada logro, por mas mínimo que parezca.

-Saber que la persona que pasa por una situación de este tipo, luego de ella, no vuelve a ser la misma persona, muchas cosas cambian, desde el carácter, los modos de dirigirse con los otros, se registran nuevas emociones, nuevas limitaciones y también nuevas capacidades. Ir descubriendolas es parte del camino. Y tener presente que esta nueva realidad no es ni mejor ni peor que la anterior, es “distinta” y que hace falta mucho coraje y paciencia para transitarla y salir adelante con ella.

- No esperar que los demás comprendan lo que les sucedió, muchas veces los de “a fuera”, no logran tener la magnitud de lo que han pasado, pero si pueden acompañarlos de una manera sincera y afectuosa.-





Valeria Bronstain 
Consultora Psicológica 
"Atención Individual"
Adultos, Adolescentes, Pareja y Familia
Procesos terapéuticos 
Focalizados en el Aquí y Ahora
Desde una mirada Humanística
Especialista en Discapacidad y ACV
15-67174759 
valeria8126@gmail.com
www.valeriabronstain.com.ar

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